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Hago esta entrada para hablar sobre un juego el cual lo hacíamos con mis compañeros de colegio en la enseñanza básica. Cabe destacar que este juego al parecer solo era conocido en este determinado colegio. Para jugar se necesitaba lo siguiente: -Se debía tener una moneda, mínimo de $10 en adelante. -Una mesa -Dos jugadores Entonces cada jugador debía estar sentado, mirándose de frente apoyados en la mesa. El juego comienza con el típico "cachipun", para ver quien inicia la jugada. La primera parte del juego comienza dejando la moneda al borde de la mesa. Lo que se busca aquí es dejar la moneda al otro borde, para ello se tiene 3 oportunidades/movimientos. Esto se hace con una mano, golpeando con un dedo la moneda para se vaya moviendo y que logre llegar al otro borde. Si no se logra llegar al otro borde o la moneda se cae el jugador pierde su turno. Si llega al otro borde, comienza la segunda parte del juego. Lo que tiene que hacer el jugador

Hace unos 50, 60 año atrás era muy normal que las familias no tuvieran prácticamente nada de las características de una verdadera familia. Donde el machismo era muy calcado, el padre era quien dictaba lo que se podía o no hacer en el hogar, el aspecto de tirano estaba muy marcado. Por ese entonces la manera de ser del progenitor era de gran soberbia, prepotencia e ira; llegar a los golpes por una falta de respeto, por no cumplir un mandado, por una mala palabra, incluso por una mala mirada eran comunes. Muy grande era en ese entonces la falta de conciencia y de amor. No digo que esto se encuentre erradicado del mundo, pero ya estas situaciones son menores en estos tiempos. Quizás el conversar, el plantear la situación a aquella persona que agredía sin argumentos podría haber sido una solución a tal calvario que las familias vivían, más de alguien lo habrá intentado; grandioso el que con sus palabras pudo cambiar el rumbo de esa situación. Yéndonos a los hechos, a los actos, es