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Mostrando entradas de noviembre, 2020

Nuestros abuelos

 Se me hizo un nudo en la garganta y brotaban sollozas lagrimas de mis ojos luego de escuchar un poco de la desdichada historia de un señor llamado Jorge Mario Rojas con 69 años de edad si mal no recuerdo. Luego de hacer el retiro de los equipos, él me comenta los problemas que lo aquejan, sus enfermedades, las vivencias con su ex-pareja e hijos y también con las personas que habitan en el mismo sitio que él. Al solicitar su nombre y firma en el documento de retiro veo que sus manos están temblorosas y que tiene algo de dificultad para escribir, le pregunto el porqué de esos temblores y me indica que ha sufrido de dos infartos cerebrales y producto de esto tiene esos temblores, además de sufrir fibromialgia que en su momento son dolores terribles e insoportables. También me comenta que consume muchas pastillas. Por otro lado también me indica que se ve afectado por la situación que ha vivido con su familia, la cual ya no están conviviendo con él. Me relata que trató de hacer lo posible

Cuan fragil somos...

Me he puesto a pensar sobre nuestra existencia como seres humanos.  ¿Qué valemos?, ¿por qué nos creemos algo el cual no somos?, ¿cuánto poder creemos tener?, ¿qué tipo de metas nos proponemos? Podríamos haber adquirido mucho conocimiento en alguna materia o tema, y de esta forma tener la autoridad de estar en un nivel más arriba que otra persona, sentirse por sobre otros, superior a lo demás. Esto debido a que se pierde la HUMILDAD. Pero en un determinado momento viene otra persona y tiene aún más conocimiento, dejando "atrás" al primero.  En fin, nuestra visión egoica de ver las cosas nos lleva a delirios de soberbia, de orgullo, pocos aceptan y reconocen que han cometido el gran error de creer que el conocimiento tiene un limite, un techo. Llevando esto a mayor reflexión, nos daremos cuenta de que las comparaciones se disuelven, que nadie es más que otros y a su vez, menos que otros.

La Naturaleza

Somos habitantes de un planeta el cual nos brinda todo lo que como raza humana necesitamos: alimentos, cobijo, abrigo. Ahora la pregunta es: ¿qué mas necesitamos realmente? Cuando nacemos, cuando somos criaturas inofensivas nuestras únicas necesidades son respirar, alimentarnos de nuestra madre y dormir prácticamente, nuestra pureza brilla. En la niñez nuestra necesidad es jugar, divertirnos, correr, saltar, etc., aún no hay preocupaciones. En nuestra adolescencia la cosa va tomando otro tono, si bien en la mayoría de los casos las preocupaciones son nulas, de vez en cuando viene algo que nos altera, ya sea una relación amorosa, una traición de alguna amistad o los mal entendidos con nuestros padres. De alguna manera nos sobreponemos ante esto y damos paso al siguiente nivel, la juventud, esa que dura desde los 18 hasta los 39 años desde mi visión. Después de esta etapa viene los embistes producto de lo que hicimos en la juventud. Al fin y al cabo todo es una cadena. Así es nuestra na