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Dudas

¿Qué hacer cuando estamos sucumbiendo?
Fuerzas de la nada podrían asomarse.
¿Qué hacer ante esta desdicha?
Suplicar al cielo, al suelo, al sereno.
¿Ansiar la llegada a la meta o disfrutar el viaje?
Cada instante tiene un valor.
¿Cuál valor, qué valor tiene la vida?

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El reflejo del Sol, refleja en mí

Es nuestro Padre, omnipresente en todo momento, su inmenso calor nos cobija, aunque los días simulen frío. La mirada no se enfoca en él, pero se percibe su presencia, y cuando se mira, su poder no lo soportamos mucho. Es nuestro guía en este sendero, estrecho y largo... infinito.

Las bases/herramientas para la confianza

La confianza... ¿Qué es en si la confianza?, ¿en qué o en quienes confiamos?, ¿por qué es tan necesaria la confianza?. La confianza es seguridad, el no titubear, no dudar, evitar entrar en desesperación, ser firmes y tenaz. Hubo un momento en el que me pregunté cómo podía generar esta tan anhelada confianza en mi mismo. Y bueno, llegué a la conclusión de que se deben crear las bases o herramientas para obtener plena seguridad en nosotros. Comencé a observar a aquellas personas que emanaban esa seguridad y me di cuenta que esta confianza tenía su nacimiento en algo. Esto era la práctica, la perseverancia. Voy a tratar de explicarlo con un ejemplo: supongamos que estamos practicando algún deporte. Pues al principio nos come la inseguridad, los temores, los miedos, etcétera. Para vencer estos defectos y tener la suficiente confianza para enfrentar la situación existe una única manera: seguir practicando, ser regulares, constantes, ya que, de esta manera vamos a ir pulie

De Alameda a Concha y Toro, Santiago de Chile

Martes 25 de Abril, 2017. El hecho que me ocurrió en este día, me ha echo reflexionar bastante algunos temas y que en esta entrada voy a narrar. Terminada mi jornada de estudios formales, me dirigí al paradero para tomar la micro. Al subir a la micro lo primero que me llamó la atención fue el hecho de que el chofer nos dijera que el timbre estaba malo, que nos tenemos que bajar por la segunda puerta (era un bus de esos que tienen un acordeón en el medio) y avisarle en caso de que nos bajemos. Bueno, pasé hacia atrás en busca de un asiento, encontré uno que estaba mas cercano al acordeón, al lado del pasillo, ya que, hacia la ventana una muchacha estaba sentada. El viaje era tranquilo, venía con la audífonos puestos escuchando música desde mi celular. La micro como es normal dobla hacia la derecha en la calle Ramón Corvalán para luego entrar a Vicuña Mackenna. En ese momento un señor de pelo canoso y anteojos se sienta a mi lado, ya que, la muchacha que estaba a mi lado se